miércoles, 26 de mayo de 2010

Los regalos empresariales, personalizados y artículos promocionales en los eventos


Un evento ha de estar cuidado y milimetrado al dedillo. Porqué cada detalle por pequeño que sea resta o suma. Por tanto, es imprescindible cuidar al máximo los detalles y es aquí donde entran en juego los regalos empresariales, regalos promocionales y regalos personalizados. Puesto que un buen detalle hará que recuerden y asocien bien el evento y el mensaje en cuestión.

El truco no está en regalar regalos caros y pomposos, sino en pequeños detalles que marquen la diferencia y tengan coherencia con el evento. Ya que lo esencial, es que no supongan un gran coste, debido a que el presupuesto es para la elaboración del evento. Pero sí, que tengan la función de recuerdo en la mente de los asistentes, puesto que ese es el objetivo principal del presente.

¿Pero ha que nos referimos? Pues a detalles originales, diferentes, con un punto llamativo y sobretodo relacionados con el evento y el mensaje. No puede ser el capricho del organizador, que se ha enamorado de un objeto en particular, sino la elección estudiada y razonada de un profesional. Un ejemplo de posibles regalos es: si realizamos un evento para trabajadores y la importancia de la seguridad. Un simple llavero en forma de casco o de chaleco reflectante, puede comunicar nuestro mensaje fundamental (seguridad) de forma diferente. Y así conseguir el recuerdo del porque del evento y que el mensaje quede en la mente del asistente; otro ejemplo si organizamos un evento para comunicar la importancia del ahorro en la empresa o en la banca. Un posible regalo podría ser un cerdo hucha; y por último si realizamos una entrega de premios de cine o radio por internet, una webcam en forma de cámara o un micro "On the air" puede funcionar.

En definitiva, todo evento tiene un tema concreto y un mensaje único y claro. Pues es con ello con lo que hay que relacionar el regalo promocional o personalizado. Respecto a esto último, se podría decir que es obligatorio personalizar los artículos a regalar, para conseguir un mayor recuerdo de la marca en cuestión.

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