martes, 11 de mayo de 2010

Cantando bajo la lluvia

A quien no le ha pasado un día ir caminando por la calle y de repente chaparón. Entonces, darte cuenta que no llevas paraguas o chubasquero y quedar totalmente empapado. Porque es por todos sabido que cuando parece que va llover, uno se lleva el paraguas y lo carga todo el día para nada. O por el contrario, parece que va aguantar o hacer buen día y cae la tormenta de tú vida. Por ello, una solución es llevar contigo un paraguas plegable o mejor aún un pocho llavero. Así te aseguras que estarás preparado para lo que venga.
Pero no hay que olvidar que los fenómenos meteorológicos se caracterizan por ser poco previsibles, sino que se lo pregunten al hombre del tiempo. Por eso ser precavido no es ninguna tontería, a menos que seas Gene Kelly y disfrutes bajo ella. Porque a los demás, el quedarse calado después de una buena tormenta, nos puede conducir a un buen resfriado.

¿Pero qué tipos hay? Tenemos la llovizna: es cuando el tamaño de gota es pequeño (menos de 0,5 mm de diámetro) dando la impresión de que las gotas flotan en vez de caer. Luego está el chubasco: se caracteriza por sobrevenir bruscamente y desaparecer de la misma forma y puede adoptar la forma de nieve, agua, granizo, etc. Otra es la lluvia: la común, que va de débil a moderada en intensidad, sin llegar a tormenta. También está la tormenta eléctrica: es la conexión entre dos o más masas de aire de diferentes temperaturas. Aumentando en intensidad viene el aguacero: es una lluvia torrencial, que puede causar estragos y suele ir acompañado de vientos de 25km/h o 40km/h hasta sobrepasar los 100km/h. Después viene el monzón: lluvia más intensa que el aguacero y que proviene de un viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial. Y por último y más fuerte, la tromba marina o manga marina: es un embudo conteniendo un intenso vórtice o torbellino que ocurre sobre un cuerpo de agua, usualmente unido a una nube cumuliforme.

Por eso no nos sorprende que surjan productos para protegernos de este fenómeno tan común, querido y odiado a la vez. Tenemos desde fundas de paraguas, ponchos, paraguas de mil formas y tamaños e incluso en forma de rana, chubasqueros y por no hablar de complementos para el trabajo. Como fundas para objetos, por ejemplo para una cámara o un coche. También trajes para ir en moto o para realizar cualquier tarea al exterior. Son regalos de utilidad que no fallan, ya sea para un viaje o para el día a día.

En definitiva la lluvia es parte de nuestras vidas, ya que nos la proporciona. Porque sin ella no tendríamos flora y sin esta no habría fauna, y sin estas dos nosotros no existiríamos.

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